December 25, 2017
Mary and Joseph were tired of walking approximately 80 miles from Nazareth to Bethlehem. She was heavily pregnant. When they got there, there was no room for them to lay down and rest. Not because people were evil…just that there was no room. Everything was packed. We know the story well–we repeat it every year.
In today’s troubled world, people are traveling many miles, escaping violence, hunger, and even death–perhaps due to a natural disaster or a corrupt government. And just like Mary and Joseph, they still find no room to rest or to settle down when arriving at their dream destination. Others are being rejected and are not accepted in the communities where they grew up, because of being different. Some religious groups have become closed groups only caring for themselves–thus loosing vitality. Many faith leaders are trying to stay healthy and are longing for help.
May the spirit of this Christmas season may be one of acceptance–or at least tolerance–of inclusiveness, and of love. On behalf of all the staff of the Florida-Bahamas Synod of the ELCA, I wish you and your loved ones a blessed, bright and hopeful Christmas, and a Happy New Year 2018!
Together with you in Christ,
+Pedro
Bishop Pedro Suarez
25 deciembre, 2017
La Virgen María y San José estaban cansados de caminar aproximadamente 80 millas desde Nazaret hasta Belén. Ella estaba muy adelantada en su embarazo. Cuando llegaron allí, no había lugar para que se asearan y descansaran. No, porque la gente era malvada, solo que no había lugar. Todo estaba lleno. Conocemos la historia muy bien, la repetimos todos los años.
En el mundo problemático de hoy, las personas están viajando muchas millas, escapando de la violencia, el hambre e incluso la muerte, tal vez debido a un desastre natural o un gobierno corrupto. Y al igual que la Virgen y San José, tampoco encuentran un espacio para descansar o asentarse al llegar a su destino soñado. Otros son rechazados y no aceptados en las comunidades donde crecieron, por ser “diferentes”. Algunos grupos religiosos se han convertido en grupos cerrados que solo se preocupan por sí mismos, perdiendo así vitalidad. Muchos líderes de fe intentan mantenerse sanos y anhelan ayuda.
Que el espíritu de esta temporada navideña sea uno de aceptación, o al menos de tolerancia, de inclusión, y de amor. A nombre de todo el personal del Sínodo Florida-Bahamas de la IELA les deseo a ustedes y a sus seres queridos una Navidad bendecida, brillante, llena de esperanza y un feliz año nuevo 2018.
Con ustedes en Cristo,
+Pedro
Obispo Pedro Suarez