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November 27, 2017
Dear Brothers and Sisters of the Florida-Bahamas Synod,
Greetings in the name of our Lord Jesus who blesses us with peace and whose Spirit reminds us of his words (John 14:23-29).
Near the end of his first letter to the Corinthians, Paul writes “Therefore, my beloved, be steadfast, immovable, always excelling in the work of the Lord, because you know that in the Lord your labor is not in vain” (1 Cor 15:58). I would like to discuss with Paul what he meant by ‘immovable,’ but I resonate with his care and concern that his community continue in confidence and faith in God’s abundance. As I near the end of my ministry in this synod as your interim bishop, I have, indeed, seen that “in the Lord your labor is not in vain.” My prayer for you is that you will know yourselves to be God’s beloved, and that in that reality you will remain steadfast.
What a joy and privilege it has been to walk with this community of faith as your Interim Bishop as you have discerned the work of the Spirit in your midst. I have been deeply impacted by the conversations we’ve shared. I’ve been nourished by the mutual uplifting of our spirits through worship. I’ve been inspired by your testimonies and ministries to your neighbors. My own life and faith have been enriched by the diversity of ministry and gifts that I have experienced during my time with you. Thank you for your prayers, your personal words of encouragement and the hospitality with which you have welcomed me during this time of interim ministry. I am deeply grateful and thank God for the opportunity to have served you in this way. More of the specific highlights of and appreciation for my time in this territory was lifted up at the Synod Assembly in my report. That report is available on the web site for your review and information.
In my first letter to you in March of this year, after only having spent 3 days in the office in Tampa and with many specifics of my time as interim bishop still unknown, I could already see that God is present and active in the ministries and lives of this synod. Now, in my last week as your interim bishop, I remain very hopeful for the future of the Florida-Bahamas Synod. God has blessed this synod with many opportunities for ministry and many gifted leaders including lay leaders, synod parish deacons, deacons, and pastors. You have what you need to be Christ’s church in mission!
Gathered with many of you in Assembly, I witnessed the work of the Spirit as you elected a new bishop. With prayers of thanksgiving for all who participated in this process, I give thanks for Bishop-elect Suarez and am grateful for his partnership in ministry. Pr. Suarez is a faithful follower of Christ with gifts and strengths that will serve the ministry of the Gospel in this synod well. A new bishop comes with his own strengths and gifts, and I pray that as you give him time to form his vision and leadership team, space to make mistakes, and encouragement to lead as the Spirit guides, you will discover in new ways the richness of the Gospel being made known to you and to the communities you serve.
As we anticipate additional transition in the days ahead, we can be confident that the Holy Spirit will guide and direct us and that the Lord of the church will faithfully lead this synod. Thank you for your prayers and for your work to that end.
Living together with you in the hope of our crucified and risen Lord,
+Marcus
Marcus Lohrmann
Interim Bishop
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27 de noviembre de 2017
Queridos hermanos y hermanas del Sínodo de la Florida-Bahamas,
Saludos en el nombre de nuestro Señor Jesús que nos bendice con paz y cuyo espíritu nos recuerda sus palabras (Juan 14:23-29).
Cerca del final de la primera carta a los Corintios, Pablo escribe “por tanto, amados míos, ser firme, inamovible, siempre sobresaliendo en la obra del Señor, porque usted sabe que en el Señor su mano de obra no es en vano” (1 Corintios 15:58). Me gustaría discutir con Pablo de lo que quiso decir con ‘inamovible’, pero me resuena su cuidado y preocupación de que su comunidad siga en la confianza y la fe en abundancia de Dios. Al acercase el final de mi ministerio como obispo interino en este Sínodo, efectivamente, he visto que “en el Señor su mano de obra no es en vano.” Mi oración para ustedes es que sabrán por ustedes mismos el ser amado por Dios, y que en esa realidad permanecerán firmes.
Qué gozo y privilegio ha sido caminar con esta comunidad de fe como su obispo interino al discernir la obra del espíritu en su entorno. He sido profundamente impactado por las conversaciones que hemos compartido. He sido nutrido por el levantamiento mutuo de nuestros espíritus a través de la adoración. He sido inspirado por sus testimonios y ministerios a sus vecinos. Mi propia vida y fe han sido enriquecidas por la diversidad de ministerios y dones que he experimentado durante mi tiempo con ustedes. Gracias por sus oraciones, sus palabras de aliento personal y la hospitalidad con la que me han acogido durante este tiempo de ministerio provisional. Estoy profundamente agradecido y doy gracias a Dios por la oportunidad de haber servido de esta manera. La parte más memorable y aprecio de mi tiempo en este territorio fue levantado en mi informe en la Asamblea del Sínodo. Dicho informe está disponible en el sitio web para su revisión e información.
En mi primera carta en marzo de este año, sólo después de haber pasado 3 días en la oficina de Tampa y con muchos detalles de mi tiempo como obispo interino aún desconocidos, pude ver que Dios ya estaba presente y activo en los ministerios y la vida de este Sínodo. Ahora, en mis últimas semanas como su obispo interino, sigo muy esperanzado por el futuro del Sínodo de la Florida-Bahamas. Dios ha bendecido a este sínodo con muchas oportunidades para el ministerio y muchos líderes laicos dotados incluyendo a diáconos sinodales parroquiales, diáconos y pastores. ¡Ustedes tienen lo que se necesita para ser Iglesia de Cristo en la misión!
Reunidos con muchos de ustedes en Asamblea, he sido testigo de la obra del Espíritu al elegir a un nuevo obispo. Con oraciones de agradecimiento por todos los que participaron en este proceso, doy gracias al obispo electo Suárez y estoy muy agradecido por su colaboración en el ministerio. El Pr. Suárez es un fiel seguidor de Cristo con dones y fortalezas que servirán bien al ministerio del Evangelio en este sínodo.
Un nuevo obispo viene con sus propias fortalezas y dones, y oro que le den tiempo para formar su equipo de visión y liderazgo, espacio para cometer errores y ánimo a conducir como el Espíritu guía, usted descubrirá nuevas formas de la riqueza del Evangelio se hizo conocer a vosotros y a las comunidades que sirven.
Como anticipamos transiciones adicionales en los próximos días, podemos estar seguros de que el Espíritu Santo nos guía y dirige y que el Señor de la iglesia llevará fielmente este Sínodo. Gracias por sus oraciones y por su labor en ese sentido.
Viviendo junto con vosotros con la esperanza de nuestro Señor crucificado y resucitado,
+Marcus
Marcus Lohrmann
Obispo Interino