Saludos y gracias por permitirme compartir esta reflexión del domingo con ustedes. En el Evangelio de hoy, Jesús invita a quienes necesitan descansar a venir a él. Los últimos 2 versículos de nuestra lectura de hoy leen de la siguiente manera …
El Santo Evangelio según San Mateo el capítulo 11 (28-29)
Gloria a ti, oh Señor.
Jesus dijo:
“Vengan a mí, todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí; porque soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave, y mi carga es liviana”.
El Evangelio de nuestro señor.
Alabanza a ti, oh Cristo.
Gracia y paz son a ustedes de nuestro Padre en los cielos, y de su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.
Mientras celebro este fin de semana nuestra independencia en mis dos países, ayer la independencia en los Estados Unidos y hoy la independencia en Venezuela, reflexiono sobre lo que significa la libertad para nosotros. Tenemos diferentes significados para la libertad. Un significado común es que cuantas más opciones tengamos, más libre seremos. Cuantas menos opciones tengamos, más dominados estaremos. Al buscar el significado de libertad en Google, obtuve tres oraciones.
- Es el poder de actuar, hablar o pensar como uno quiera sin obstáculos ni restricciones.
- Es la ausencia de sujeción a la dominación extranjera o un gobierno despótico. Y
- Es el estado de no ser encarcelado o esclavizado.
En el tiempo de Jesús, él vio la opresión, la dominación, y la esclavitud. Algunos académicos dicen que Jesús se estaba refiriendo a algo más que el yugo que usan los animales en el campo. También había un yugo usado por los esclavos. Lo busqué y encontré esta imagen de un curso en Cornell College sobre Recursos an la Red sobre Historia Antigua. Es un collar de esclavos de hierro, romano, del siglo cuarto al sexto de nuestra era actual. La inscripción dice: “Me he escapado; Detenme. Cuando me devuelvas a mi amo, Zoninus, recibirás una moneda de oro. Por otro lado, la profesora Jennifer Kaaland cita a Dennis Dulling en su comentario de esta semana, Y nos comparte que el término yugo en esta lectura, a menudo se usaba en la literatura rabínica para referirse a la tarea de obediencia a la Torá, las Escrituras Hebreas sobre la ley. Jesús parece estar diciendo que si aprendemos de su sumisión a las instrucciones, las guías de Dios, podemos encontrar descanso para nuestras almas. Siempre me he sentido fascinado por la libertad que tiene una persona dueña y piloto de un avión. Pueden ir a donde quieran. Pero antes de esa libertad, hay muchas regulaciones que necesitan aprender. Hay muchas reglas que aprender y seguir, luego experimentan esa libertad. También sabemos que la verdad nos hace libres. Sin embargo, vivimos en una época en la que escuchamos palabras públicas y cuestionamos su veracidad, y eso puede ocasionar mucho cansancio. Nos preocupamos por nuestros riesgos para la salud, la violencia y la agitación sociopolítica y económica de nuestra sociedad. Aún más, en nuestro aislamiento, cualquier enfermedad o incluso la muerte de miembros de la familia, parientes y amigos queridos, se convierte en un fuerte dolor emocional. … Entonces escuchamos a Jesús decir: ven a mí, te daré descanso. Y la forma de hacerlo es tomar otro yugo. Su yugo, sus instrucciones, para vivir compartiendo nuestras cargas con él. Así que soltemos nuestra carga, hagamos oración contemplativa y profunda, vigilias de lamento, y pidámosle a Cristo que cargue junto con nosotros nuestras cargas. Aunque todavía estarán allí y pesadas, se sentirán mucho más ligeras con su ayuda.
Oremos,
Amado Jesús, gracias por tus palabras de preocupación y por tu orientación en nuestras vidas. Tenemos razones para sentirnos cansadas y agobiados. En nuestro cansancio, venimos a ti. Dejamos nuestras cargas y te pedimos que nos ayude a cargarlas. Solo tú tienes el poder para hacerlo. Nos ponemos en tus manos. Hacemos esto en tu nombre, Jesús, porque tú vives y reinas con el Padre y con el Espíritu Santo, un solo Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Gracias por ver esta reflexión. Hasta la próxima, quédense con la bendición de Dios.
El Señor te bendiga y te guarde. El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia.
¡El Señor alce hacia ti su rostro y te conceda la paz! Amén.